Las nefastas consecuencias de dos años de reforma laboral


Dos años después de la última reforma laboral, las consecuencias no pueden ser más nefastas. El incremento del poder unilateral del empresario unido al recorte de derechos y garantías de los trabajadores, siendo paradigma de lo primero las reformas en materia de modificación sustancial de las condiciones de trabajo o descuelgue de las condiciones de convenio, y paradigma de lo segundo, la reforma en materia de despido improcedente, con la supresión de los salarios de tramitación y reducción de la indemnización, o el período de prueba de un año del contrato indefinido de apoyo a emprendedores, junto con la desregulación que no flexibilidad de las condiciones de trabajo en el seno de los centros de trabajo, o la perdida de la autorización administrativa para los EREs,… ha y está provocando daños letales en el mercado laboral, en el sistema de relaciones laborales y por tanto para el conjunto de trabajadores y trabajadoras.
El objetivo de la reforma y de las distintas vueltas de tuerca que se han venido produciendo desde febrero de 2012, pretenden convertir el despido, en algo socialmente irrelevante, desde el concepto ideológico de “depreciación del valor del trabajo” y esta sin duda es una cuestión que en ningún caso se puede obviar.
La destrucción de empleo asalariado se ha convertido en una constante. Destrucción que se concentra en los empleos indefinidos de carácter permanente, mientras que en los temporales se registra una mayor intensidad de la pérdida de empleo entre los contratos de sustitución.
La reforma laboral ha agravado de forma drástica la precarización de las condiciones laborales en nuestro país, promoviendo un mercado laboral más ineficiente e injusto.
La reforma laboral, han incidido en el estado lamentable en el que están las cosas, generando una quiebra en materia de derechos a la vez que no han contribuido a reducir la tasa de desempleo, más bien al contrario, ha acelerado su destrucción.
Las reformas laborales no han ayudado a hacer más estable el empleo; por el contrario, al facilitar y abaratar el procedimiento del despido, han provocado que el empleo estable se reduzca más que nunca en la crisis.
Aumenta el volumen de contratos temporales de menos de tres meses de duración.
Continúa la destrucción de empleo a tiempo completo y la creación a tiempo parcial no voluntario, con jornadas de trabajo completas, pero con salarios vinculados al tiempo parcial.
Se incrementa la tendencia al aumento de las personas ocupadas subempleadas, es decir, de aquellas personas que tienen un trabajo, pero no tienen un salario suficiente que les garantice llegar a final de mes.
El desempleo de larga duración continúa aumentando hasta alcanzar el 58,5% del paro, y con ello el incremento de la población en riesgo de exclusión social.
Daños letales son los que están produciendo las medidas del Gobierno, y no son más y con mayor alcance, por la acción de los sindicatos, hay que decirlo alto y claro, es el trabajo del sindicato, el que está impidiendo que en materia de despidos, de negociación colectiva, de condiciones de trabajo se vaya mucho mas allá.
Es la negociación, es el conflicto, son las huelgas, las manifestaciones, la acción de los servicios jurídicos y técnicos del sindicato, la que esta impidiendo un mayor desastre.
Yo insisto, los sindicatos, CCOO, es la primera de red de solidaridad en el país, son decenas de miles de delegadas y delegados sindicales en los centros de trabajo, que día a día, están implicados en la defensa de los derechos de trabajadoras y trabajadores, realizando reuniones y asambleas, negociando, llegando a acuerdos, impulsando movilizaciones por la falta de acuerdos y en defensa del empleo y de los derechos. Esta es la acción del sindicato, aunque cierto es que debemos visibilizarla más y mejor.
Estos son solo una parte de la reflexión y de los datos de un amplio informe que la Fundación 1º de Mayo publicara en los próximos días, al cumplirse dos años de la reforma laboral del gobierno Rajoy.