Invertir el estado actual de las cosas

El decreto que reforma la negociación colectiva, aprobado en el Consejo de Ministros del 10 de junio, se tramitará como proyecto de ley en el Parlamento. Incorporara determinadas posiciones patronales que no estaban contempladas en el punto de acuerdo que los sindicatos y la CEOE habían ultimado y que rompió unilateralmente la CEOE, volviendo a un programa de máximos que tan siquiera había puesto en la mesa en el proceso de negociación.

El Gobierno, en esa misma sesión, ha aprobado el reglamento que desarrolla la reforma laboral en materia de expedientes de regulación de empleo (al escribir estas líneas, todavía no está publicado en el Boletín Oficial del Estado). Pero la referencia que sale del Consejo de Ministros indica una nueva vuelta de tuerca a la ya dada con la citada reforma, y que provocó la huelga general de 29 de septiembre de 2010. Vuelta de tuerca que tiene que ver con el concepto de pérdidas y si el carácter transitorio y no permanente de las mismas es una nueva causa objetiva para el despido colectivo.

Ni más ni mejor empleo
La persistencia de medidas socialmente injustas, alejadas de las prioridades de la economía española, que están en las antípodas de las desregulaciones laborales, no van a conllevar ni más ni mejor empleo, sino, por el contrario, van a seguir profundizando en la precariedad laboral y en una mayor vulnerabilidad del empleo.

Precisamente en la presentación del libro Crisis de las finanzas capitalistas, de Carlos Berzosa, que ha publicado la Fundación 1º de Mayo, el autor insistió en lo errónea e injusta que era la política económica que se está realizando. Subrayó que había otras políticas, que hay alternativas distintas, y que es fundamental “dar una visión de la crisis diferente a la convencional”, cuestionando las propuestas de salida a la misma que se están dando.

Ofensiva sindical y social
La declaración, en este sentido, de la Confederación Sindical de   CC OO en un reciente e importante manifiesto indica, creo que con mucha claridad, que los pasos a dar tienen que ser de clara ofensiva sindical.

“La persistencia de la crisis, la insostenible tasa de desempleo y su repercusión en colectivos como los jóvenes, las mujeres y los inmigrantes, la gestión de la crisis centrada en la reducción del déficit en unos plazos carentes de realismo que está suponiendo una fuerte reducción de las políticas públicas y del personal que debe llevarlas a cabo, los resultados electorales que muestran una severa penalización a quienes han aplicado estas políticas, los movimientos ciudadanos que han venido a cuestionar tanto las formas de hacer política como la penosa situación por la que están atravesando cientos de miles de personas, y la ausencia de perspectivas de futuro, obligan -se afirma en el manifiesto de CC OO- a una profunda reconsideración sobre las formas de enfrentar la situación y a una ofensiva sindical y social con la vocación de invertir el estado actual de las cosas”.